
Perspectivas sobre el mercado japonés
En lo que llevamos de año hasta la fecha, hemos asistido a una volatilidad considerable en los mercados de renta variable de todo el mundo, y Japón no ha sido la excepción. Sin embargo, el entorno de los fundamentales japoneses se mantiene sólido:
- los beneficios del primer trimestre fueron elevados;
- las recompras de acciones se triplicaron sobre una base interanual en abril; y
- la actividad de fusiones y adquisiciones fue extensa.
Además, como dato interesante, ya se ha observado una recuperación del índice TOPIX general, que incluso ha superado el nivel anterior al del «Día de la Liberación» de Trump, el 2 de abril.
Puesto que el mercado ha evolucionado de forma generalmente átona en lo que llevamos de año, y no presenta problemas en los fundamentales, creemos que es la ocasión perfecta para sacar partido de la reciente debilidad e invertir a largo plazo en Japón.
Análisis de valores centrado en tres aspectos
En vista de la volatilidad observada recientemente, hemos aumentado la calidad de nuestras carteras y hemos aprovechado las anomalías en las cotizaciones. Hemos centrado nuestro análisis de valores en tres aspectos:
- Negocios resilientes: compañías nacionales que generan flujos de caja estables y constantes.
- Ganadores a largo plazo: compañías que podrían enfrentarse a dificultades a corto plazo, pero en las que vemos un sólido potencial a largo plazo, en especial, en sectores como la automatización y las inversiones de capital.
- Y, por último, compañías damnificadas: estamos dejando de lado los valores caros o las compañías con cadenas de suministro expuestas a aranceles elevados.
En general, mantenemos un firme compromiso con nuestro proceso de inversión, como siempre en estas coyunturas, y nos centramos en adquirir compañías de alta calidad a precios atractivos para preservar el valor de los activos de los clientes.
La transformación de Japón está en marcha y las valoraciones revisten atractivo
A medida que avanza 2025, esperamos que la renta variable nipona reciba un gran apoyo estructural de lo siguiente:
- Reflación: que sigue respaldando un ciclo económico positivo;
- Gobierno corporativo: que impulsa una mejor disciplina de capital; y
- Repunte en la actividad de fusiones y adquisiciones: que crea más valor para los inversores.
Somos conscientes de que se ha producido una desaceleración del crecimiento mundial que sigue suponiendo un riesgo importante para Japón, pero la reciente debilidad se ha traducido en unas valoraciones más atractivas, específicamente por lo que respecta al ratio de precio/valor contable.
En el ámbito geopolítico, ya se han iniciado negociaciones sobre los aranceles con Estados Unidos y prevemos que serán constructivas de cara al futuro habida cuenta de las herramientas de negociación de las que dispone el país del sol naciente.
Ante todo, las perspectivas a largo plazo siguen intactas: las compañías niponas han pasado del modelo basado en ganar cuota de mercado, márgenes reducidos y elevadas inversiones de capital de los años ochenta a otro modelo que prioriza la rentabilidad y la eficiencia del capital, lo que sitúa a Japón en una posición fuerte para disfrutar de un impulso económico sostenido en la próxima década.