- El primer ministro Yoshihide Suga dejará el cargo tras la continua caída de sus índices de aprobación y la consiguiente pérdida de apoyo de los líderes de su partido.
- La dimisión de Suga reduce la probabilidad de un resultado desfavorable para el partido gobernante, el Partido Liberal Demócrata (PLD), en las elecciones de la cámara baja, un desenlace que se temía dentro del PLD si no se producía un cambio de primer ministro.
- Entre los principales candidatos a sucederle están Taro Kono, el ministro de vacunación, que cada vez goza de más popularidad; el exministro de asuntos exteriores Fumio Kishida; la exministra de interior y comunicaciones Sanae Takaichi; y el exministro de defensa Shigeru Ishiba. Dada la debilidad de la oposición, seguimos anticipando que el PLD permanezca en el poder después de las elecciones generales.
¿Qué ha pasado?
Tras caer durante meses sus índices de aprobación, el primer ministro Suga anunció que no se
presentará a la reelección como líder del partido gobernante, el PLD, lo que equivale, en la
práctica, a su dimisión como primer ministro. Además de las crecientes críticas públicas por su
respuesta frente a la pandemia de COVID-19 y por haber decidido celebrar los Juegos
Olímpicos de Tokio pese a las objeciones de los expertos sanitarios, una serie de derrotas en
las elecciones regionales han dejado en evidencia el descontento público con el gobierno.
Dada la caída de los índices de aprobación del gabinete de Suga, dentro del partido se temía
que podían perder las elecciones en la cámara baja si no se producía un cambio de primer
ministro. Las noticias de su dimisión prolongaron un repunte de la renta variable japonesa que
hizo subir el índice Topix hasta su máximo en 30 años.
¿Quién le sucederá?
Actualmente hay tres personas que han anunciado públicamente su candidatura: Fumio Kishida,
el exministro de asuntos exteriores que terminó segundo después de Suga en las primarias del
partido del año pasado; Sanae Takaichi, la exministra de interior y comunicaciones; y el actual
ministro de vacunación, Taro Kono. El exministro de defensa Shigeru Ishiba ha indicado que
está sopesando presentarse.
Gráfico 1: Orientación política y fiscal de varios gobiernos sucesivos

Fuente: noticias en los medios de comunicación, Ministerio de Finanzas, SMBC Nikko. La orientación política tiene en cuenta la postura
de cada persona en materia de reforma constitucional. La postura fiscal se expresa por el rango de desviación de -50 a +50 del ratio
medio histórico de gasto fiscal/PIB.
Desde una perspectiva de mercado, muchos inversores y empresarios consideran a Kono como
un candidato más favorable dada su postura reformista. Habla muy bien inglés, es popular entre
el público y está generalmente a favor de aumentar el gasto fiscal. Los analistas políticos
prevén que Suga respalde su candidatura. Kono es actualmente el ministro de reforma
administrativa y normativa y desempeñó un papel determinante en los cambios del sistema
nacional de pensiones. También ha abogado por recortar el gasto en sanidad y seguridad, que
ha escalado a medida que envejece la población, y propone aceptar más trabajadores
extranjeros para abordar el problema de la falta de mano de obra. En el pasado, insistió en que
el Banco de Japón debía comunicar más claramente una estrategia de salida de su política
ultralaxa.
Fumio Kishida, exbanquero, perdió contra Suga en las primarias del año pasado. Kishida ha
prometido que mantendrá las políticas expansivas en materia fiscal y monetaria, aunque en el
pasado expresó dudas acerca de la política excesivamente laxa del Banco de Japón. Cabe
prever que el mercado se incline por su postura de política económica, ya que ha reclamado
apoyar más a las compañías en materia de tecnología e innovación, pues desea crear una
«sociedad digitalizada». Asimismo, ha presentado unos planes de gasto de más de 30 billones
de yenes en estímulos para superar las dificultades presentadas por la COVID-19.
La exministra de asuntos exteriores Sanae Takaichi tiene una política económica muy similar a
la «Abenomics», con una combinación de relajación monetaria contundente, el uso de recursos
fiscales para emergencias y gasto para la gestión de crisis y el crecimiento. En una entrevista,
afirmó que Japón debería suspender el objetivo de llegar al equilibrio presupuestario hasta que
la inflación alcance el objetivo del 2% del Banco de Japón y que no debería dudar en emitir la
deuda pública necesaria para gestionar las crisis. Si se convirtiera en la nueva primera ministra,
el volumen del estímulo fiscal sería mayor que con sus contrincantes
Shigeru Ishiba, exministro de defensa, puede considerarse uno de los desenlaces menos
favorables para el mercado. Ha apoyado unas políticas económicas más populistas y abogado
por reactivar la demanda interna (en particular en las regiones) para estimular el crecimiento, en
vez de depender del comercio exterior. También ha criticado los tipos de interés ultrabajos del
Banco de Japón y anteriormente defendió un recorte del impuesto al consumo.
Implicaciones para el mercado
Pese al cambio de primer ministro, los inversores deberían considerar las perspectivas del
panorama político japonés como positivas, puesto que es probable que una coalición de
gobierno (PLD + partido Komeito) siga teniendo la mayoría. Prevemos que se mantengan las
grandes líneas de las políticas económica, exterior y fiscal, lo que favorecerá en gran medida la
continuación de la recuperación económica.
Históricamente, el mercado de renta variable nipón suele reaccionar a las elecciones de la
Cámara de Representantes, que define la estabilidad futura de la administración. En caso de
que el PLD mantenga su mayoría absoluta, cabe esperar una fuerte reacción del mercado.
Siempre y cuando el partido de coalición no pierda más de 72 escaños —un escenario que
ahora no consideramos probable, dada la salida inminente de Suga debido a su pérdida de
popularidad—, es de esperar que la renta variable japonesa se comporte razonablemente bien
dada la recuperación económica mundial, unas valoraciones moderadas y el aumento de las
tasas de vacunación. Puesto que, históricamente, el mercado ha tenido un buen
comportamiento en las 14 últimas elecciones generales desde 1979, creemos que esto podría
ser un catalizador para que el índice japonés pueda acortar distancias con Estados Unidos y
Europa, dado que ha ido a la zaga durante el año.
Asimismo, seguimos siendo optimistas acerca del inminente anuncio de un presupuesto
adicional, que se prevé que ascienda a unos 30 billones de yenes y que debería dar un nuevo
empuje a la economía. También podemos estar seguros de que, sea quien sea el próximo
primer ministro, la política monetaria del Banco de Japón se mantendrá expansiva durante la
próxima legislatura, por lo menos hasta que termine el mandato del gobernador actual en abril
de 2023. Mientras tanto, el gobierno está hablando de la posibilidad de relajar las restricciones
por el coronavirus en los sectores de hostelería y ocio. A medida que se relajen más las
medidas de distanciamiento social, cabe prever un repunte de las actividades de reapertura que
respalde la recuperación del sector de servicios.