El coronavirus sigue provocando incertidumbre, aunque los inversores pueden esperar que los valores cíclicos
obtengan una rentabilidad superior en el primer semestre del año. Nuestra Directora Global de Renta Variable
identifica los principales catalizadores de los mercados de renta variable.
La COVID-19 seguirá afectando la economía y los mercados
Arrancamos 2021 con las perspectivas de que las nuevas vacunas frenarían la COVID-19 y este esfuerzo tuvo un efecto transformador en los mercados desarrollados. No obstante, el coronavirus persiste y su impacto se seguirá notando en 2022 a medida que la pandemia vaya evolucionando. Las nuevas terapias para evitar casos graves son muy prometedoras, pero cabe prever que la atención se siga centrando en la COVID-19 y en el retorno a la normalidad en 2022.
Una parte importante del análisis en 2022 consistirá en evaluar la exposición de una compañía a los efectos persistentes del coronavirus, así como a los cambios permanentes que ha provocado. Otra consecuencia destacada de la COVID-19 es que prevemos que los valores cíclicos obtengan una rentabilidad superior en el primer semestre del año, especialmente si se tienen en cuenta la continuación prevista de la reapertura económica y un crecimiento del PIB superior a la media.
Las perturbaciones en las cadenas de suministro empezarán a mejorar, finalmente
La pandemia fue la principal causa de las perturbaciones en las cadenas de suministro, ya que desembocó en el cierre de fábricas en todo el mundo. Para las industrias con una gestión de existencias «just-in-time», esto fue extremamente complicado, ya que resultó prácticamente imposible, o por lo menos muy caro, reponer las existencias agotadas. Vaticinamos que algunos aspectos de las cadenas de suministro mejorarán a lo largo de 2022, pero aún hay un retraso considerable y unas amplias divergencias entre las compañías para acceder a materiales y conseguir repercutir costes a los consumidores.
El bloqueo de las cadenas de suministro llevó a muchos a especular que el mundo sacaría las fábricas de China o incluso se repatriaría la producción. No obstante, parece improbable que se realice el considerable gasto de inversión que se precisa para llevar a cabo este cambio radical. Lo que seguramente sí cambiará es el nivel de existencias que las compañías decidan mantener, y esto significa que es más importante que una parte del análisis fundamental se centre en los niveles de existencias y el poder de fijación de precios. En este entorno, habrá unos claros ganadores y perdedores, y un posicionamiento activo condicionará el éxito de los inversores, especialmente en el contexto de las oportunidades cíclicas en la primera mitad del año.
¿Subidas de tipos, valoraciones más bajas?
En términos históricos, las subidas de los tipos de interés han presentado una correlación con unas valoraciones más bajas de la renta variable. Una subida de los tipos en 2022 podría ejercer presión sobre los múltiplos bursátiles; esto significa que es importante saber qué se está pagando. Para los inversores cuya exposición al valor esté por debajo de su asignación estratégica, 2022 podría representar un buen entorno para incrementar dicha asignación. Dicho esto, comprar barato no es un argumento de inversión; en un entorno de mayor dispersión, entender los fundamentales de una compañía con respecto a su precio es esencial.
Invertir en Estados Unidos frente a los demás lugares
La renta variable resulta cara en la mayoría de regiones, aunque, en términos relativos, los parámetros de valoración son más atractivos en Europa y los mercados emergentes (ME) que en Estados Unidos (gráfico 1). Las noticias relativas a China y las presiones inflacionistas podrían sembrar cierto nerviosismo acerca de los ME, pero una asignación estratégica sigue cobrando sentido, siempre y cuando se ajuste a la tolerancia al riesgo del inversor.
Gráfico 1: Valoraciones de la renta variable mundial: pocas opciones

Fuente: Columbia Threadneedle, basado en estimaciones de IBES. Los gráficos muestran el nivel máximo/mínimo/actual de los PER globales de 10/2011 a 10/2021. El PER se calcula a partir de los índices siguientes: Estados Unidos, índice MSCI USA, diseñado para medir la rentabilidad de los segmentos de alta y mediana capitalización del mercado estadounidense. Mercados desarrollados: índice MSCI Europe, Australasia, Far East (EAFE), un índice ponderado por capitalización que refleja la rentabilidad total de las acciones ordinarias en 21 países de mercados desarrollados. Mercados emergentes: índice MSCI Emerging Markets (EMI), un índice ponderado por capitalización bursátil ajustado por las acciones en libre circulación diseñado para medir la rentabilidad de las bolsas de mercados emergentes mundiales. No es posible invertir directamente en un índice.
Se están registrando verdaderos flujos de capital hacia las inversiones responsables
El interés de los inversores por las inversiones responsables ha aumentado en los últimos años, y se prevé que se acelere en 2022. Los retos ambientales como el calentamiento climático, la escasez de agua o los incendios forestales suponen unos riesgos para las compañías, y considerar estos riesgos al realizar el análisis fundamental es una manera de proteger una cartera.