
Durante los próximos 10 años, puede que la cuota del dólar estadounidense en las reservas de divisas mundiales baje otro 10%, pero no habrá un único beneficiario, sino que 10 monedas diferentes aumentarán su presencia
Los datos más recientes de la composición de las reservas oficiales de divisas (COFER) del FMI ponen de manifiesto que la cuota del billete verde en las reservas de divisas mundiales cayó hasta el 57,4% en el tercer trimestre de 2024. Esta cifra representa la cuota más reducida desde 1994 y conlleva un descenso de casi el 9% durante la última década (gráfico 1).
Gráfico 1: Tendencia bajista de la cuota del dólar estadounidense en las reservas mundiales de divisas (%)
Fuente: COFER del FMI, enero de 2025. Cifras trimestrales
Esta situación se atribuye principalmente a una reacción al creciente uso del dólar como arma. Esta ha sido siempre una de las facetas del «abusivo privilegio» asociado al hecho de que el dólar estadounidense es la principal moneda de reserva1. El país ha disfrutado de la singular y envidiable posición de poder usar activos financieros para lograr los objetivos de su política financiera y (a veces) militar sin desplegar tropas. La importancia de esto aumentó a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y alcanzó su cota máxima en 2022, tras la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania.
El uso del dólar como arma también será uno de los factores que provocará la siguiente caída del 10% en la cuota del billete verde. Ya en 2017, el entonces secretario del Tesoro de EE. UU., Jack Lew, reconoció que el uso de esta arma llevaría a algunos actores a evitar el dólar en el futuro, lo que reducirá la magnitud de su dominio.
Los investigadores académicos acertaron en su pronóstico de la gradual disminución del dominio del dólar estadounidense desde el año 2000, pero no han logrado anticipar qué monedas se beneficiarán de ello. Muchos buscaban una única divisa ganadora, cuando, en realidad, se han beneficiado de un amplio abanico de monedas. Creemos que este patrón se mantendrá.
De hecho, en nuestra opinión, en los próximos 10 años el dólar cederá otro 10% de su peso dentro de las estadísticas de la COFER del FMI, y, si es así, se beneficiarán 10 monedas diferentes.
Las 10 beneficiadas, de más a menos
Durante la última década, han sido las monedas más pequeñas las que han acaparado la mayor parte de la cuota cedida por el dólar. Algunas de ellas, como el yen japonés, la libra esterlina, el dólar australiano, el dólar canadiense o el franco suizo aparecen en el informe de la COFER del FMI. Todas ellas seguirán creciendo a medida que se reduce la cuota del dólar estadounidense (gráfico 2).
Gráfico 2: el auge de la categoría «Otras», divisas que captan cuota de reservas
Fuente: COFER del FMI, enero de 2025. Cuotas de las principales divisas de reserva excluidos el dólar estadounidense y el euro
Una moneda no tradicional que, en nuestra opinión, ganará cuota es el won surcoreano. Aparece en el informe de la COFER, pero no medida individualmente, sino incluida en la categoría «Otras» dentro de los datos del FMI. Esta es la categoría que ha conseguido más cuota en los últimos tres años. ¿Quizá el FMI debería publicar datos más granulares?
Corea del Sur está conectada tanto en el plano económico como en el geopolítico. Es la 12.ª nación más grande del mundo en términos de PIB y representa una pieza importante en la asociación de EE. UU. con países con mentalidad similar. En mayo de 2024 trascendió que Corea del Sur mantenía conversaciones sobre la posibilidad de unirse a la alianza en materia de seguridad militar entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, llamada AUKUS2. Por tanto, los acuerdos de seguridad y los flujos comerciales (y los flujos financieros asociados) sustentan nuestra opinión sobre el won.
Una nueva moneda que creemos que podría aparecer en la lista en la próxima década es la rupia india. La India es la quinta mayor economía del planeta y su nación la más poblada. En este debate, el tamaño importa, tal como vimos hace una década con el entusiasmo inicial por el renminbi chino y su adopción. La India es un país «no alineado»3, y está dispuesto a mantener relaciones cordiales con una larga lista de naciones. También se halla en una posición relativamente inusual: por un lado, la India forma parte del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (Quad) junto con EE. UU., Japón y Australia, y, por otro, también es un miembro importante del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) y, desde 2022, mantiene una estrecha relación con Rusia como importador de petróleo. Sin embargo, también existen tensiones fronterizas con China, otro miembro de los BRICS.
Las comparaciones con la internacionalización del renminbi resultan reveladoras. La moneda china empezó a ser considerada divisa de reserva por los bancos centrales a partir de 2010, pese a no ofrecer convertibilidad cambiaria. Aunque no son un sustituto de los mercados de capitales profundos, líquidos y abiertos, las grandes reservas de divisas contribuyen a reducir la volatilidad cambiaria. En el caso de la rupia, pueden aportar tranquilidad a los bancos centrales que deseen diversificar su exposición cambiaria. Es un pronóstico arriesgado, pero la rupia seguramente se hará con una pequeña parte de esa cuota.
El euro y el renminbi también ganarán cuota, aunque menos
En los primeros compases de este siglo, se esperaba que el recién lanzado euro le disputaría la hegemonía al dólar estadounidense. Sin embargo, desde entonces, el peso del euro en las reservas de divisas apenas ha cambiado. La ausencia de una unión de los mercados de capitales y la incapacidad para desarrollar un único mercado de emisores de bonos que compita con la profundidad y la liquidez del mercado del Tesoro estadounidense son los dos principales motivos de esta situación. No obstante, creemos que la moneda única, como principal alternativa al billete verde, se quedará con una pequeña parte del pastel y se mantendrá en un claro segundo lugar.
En 2016, todos los pronósticos daban como ganador al renminbi chino (también llamado «yuan»). Tras un prometedor inicio después de la crisis financiera mundial y la decisión de Pekín de promover la internacionalización de la moneda, el éxito ha sido modesto. Y ello pese a su inclusión por la vía rápida en 2016 en la lista de monedas del FMI llamada DEG4.
En la actualidad, el renminbi representa alrededor del 2% de las reservas de divisas mundiales. Hemos observado que la cuota ha disminuido desde que Rusia invadió Ucrania. Los bancos centrales de Europa oriental, como el Banco Nacional Checo y el Banco Central de Lituania, han liquidado sus posiciones chinas, y el segundo ha dado como motivo explícito de su decisión la situación en Ucrania.
La trayectoria del renminbi se ha visto perjudicada por las reformas de los mercados de capitales, que no han estado a la altura de lo esperado, y, más recientemente, por los rendimientos de los bonos, que se han desplomado. Los niveles de los rendimientos actuales pueden disuadir a los nuevos compradores de bonos denominados en renminbis. Sin embargo, la fractura geopolítica tiene dos caras. Para algunas naciones, China será más un amigo que un enemigo, representará una mayor cuota de los flujos comerciales con esos países y el renminbi revestirá atractivo para los gestores de esas reservas. China es la mayor nación comercial para más de 120 países, y los flujos comerciales se revelan posibles flujos de pagos para el renminbi. Por consiguiente, a pesar de las dificultades, el yuan debería seguir ganando una modesta cuota en las reservas de divisas durante la próxima década.
Sin embargo, la fractura geopolítica tiene dos caras. Para algunas naciones, China será más un amigo que un enemigo, representará una mayor cuota de los flujos comerciales con esos países y el renminbi revestirá atractivo para los gestores de esas reservas. China es la mayor nación comercial para más de 120 países, y los flujos comerciales se revelan posibles flujos de pagos para el renminbi. Por consiguiente, a pesar de las dificultades, el yuan debería seguir ganando una modesta cuota en las reservas de divisas durante la próxima década.
Por último, el dólar singapurense también debería beneficiarse. Ya cuenta con una pequeña porción del pastel de las reservas de divisas y podría crecer de forma moderada a partir de ahora. La moneda seguramente seguirá subida al carro del renminbi: los abultados flujos de la factura comercial en renminbi que pasan por Singapur han provocado un rápido crecimiento en la demanda de swaps de divisas del dólar singapurense. Esto alentará a buen seguro el apetito en el futuro.
¿Qué posibilidades hay de que una moneda de los BRICS esté respaldada por oro?
Se ha rumoreado que el deseo de evitar el dólar podría alentar el lanzamiento de una moneda de los BRICS respaldada por oro, la cual podría convertirse en una moneda comercial rival del dólar estadounidense y, posiblemente, hacerse un hueco en las reservas de monedas.
En nuestra opinión, es poco probable que suceda. Las naciones BRICS son un grupo heterogéneo con objetivos divergentes, y, en el caso de la India y China, con importantes rivalidades. Por tanto, no constituye un punto de partida idóneo para un proyecto de moneda común.
Los problemas que acarrearía estabilizar una «moneda de los BRICS» (vinculada al oro o con otro respaldo) serían enormes. Los recientes comentarios sobre la incorporación de nuevas naciones al grupo de los BRICS no harían sino aumentar la complejidad y, de hecho, reducir las probabilidades de que se alcanzara un nuevo acuerdo sobre una moneda única. No es una idea que, en nuestra opinión, vaya a conseguir una parte del pastel de las reservas de divisas en la próxima década.
Consecuencias para los inversores
La magnitud del dominio del dólar estadounidense seguirá menguando a causa del continuo uso de la moneda como arma. No obstante, aunque el peso del billete verde se reduzca hasta el 50%, creemos que su hegemonía se mantendrá porque no habrá ningún rival claro entre sus perseguidores. En lugar de esto, en los próximos 10 años, 10 divisas captarán parte del siguiente 10% de cuota que perderá el dólar estadounidense.
Asimismo, cada vez nos parece más probable la internacionalización de divisas prometedoras, puesto que las reformas de los mercados de bonos de todo el mundo mejoran y facilitan el acceso a los inversores extranjeros. Esto, a su vez, debería impulsar una evolución de los principales índices de renta fija del mundo. Para posicionarse de cara a aprovechar estas oportunidades, lo más sencillo para los inversores sería invertir en productos de amplia base referenciados a índices agregados de los mercados emergentes o mundiales.