
Se ha rumoreado que el deseo de evitar el uso del dólar estadounidense podría alentar a los países BRICS a adoptar una moneda respaldada por oro. Sin embargo, esta propuesta plantea una serie de interrogantes
A muchos países les gustaría reducir su dependencia del dólar estadounidense, cada vez más utilizado como arma de presión, especialmente en el comercio denominado en dólares que no pasa por Estados Unidos. La idea de una moneda común formulada por los países BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) saltó a los titulares a finales de 2024 antes de su conferencia de octubre en Kazán, Rusia. Es comprensible que quieran dejar de utilizar el dólar, pero será difícil avanzar en esta idea. A continuación, planteamos ocho preguntas a los defensores de una moneda de los BRICS.
1. ¿Se trata de un sueño de Rusia para evitar sanciones estadounidenses?
No precisamente. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha expresado su entusiasmo por la idea de una nueva moneda para liquidar las transacciones comerciales entre los BRICS. No obstante, los políticos de Sudáfrica, la India y, sobre todo, China han mantenido un claro silencio sobre este tema.
Los BRICS no son un grupo homogéneo con un conjunto de objetivos en común. Se trata de unas naciones diversas con objetivos divergentes, y, en el caso de la India y China, con importantes rivalidades. Esta situación no constituye un punto de partida idóneo para un proyecto de moneda común.
2. ¿Sustituiría a las monedas nacionales?
No está claro si el plan sería sustituir las monedas nacionales o crear un sistema que funcione de manera paralela. La falta de claridad sobre este punto crucial es una indicación de que las conversaciones se encuentran en una fase temprana.
Estos asuntos llevan tiempo. El euro se creó en 1999, 29 años después del informe Werner de 1970 que proponía una moneda común, y 21 años después del lanzamiento del Sistema Monetario Europeo. La zona euro se construyó sobre la base de unas instituciones políticas comunes y 50 años de integración económica entre países vecinos.
Adoptar de la noche a la mañana una moneda común para los países BRICS no es factible. Un régimen de tipos de cambio fijos, pero ajustables, podría ser una vía más realista hacia una nueva moneda.
3. ¿Cómo funcionaría un sistema de tipos de cambio de este tipo?
La experiencia del Mecanismo de Tipos de Cambio europeo (MTC), uno de los precursores del euro, es instructiva. El sistema sufrió sobresaltos en su trayectoria, pero finalmente logró establecer unas guías para lanzar la moneda única.
Unos tipos de cambio fijos, pero ajustables, requieren reajustes ocasionales para tener en cuenta las diferencias entre las tasas de inflación a lo largo del tiempo. Con el MTC, el ajuste solía sufrirlo el país con la moneda más débil. Los reajustes solían ser acontecimientos tensos con unas repercusiones políticas. Si se utilizara una moneda de los BRICS en paralelo a las monedas nacionales, ¿quién gestionaría los tipos de cambio frente a estas?
La sugerencia de Lula de establecer una moneda para el comercio entre los BRICS desvinculada del dólar exigiría unos ajustes similares. Las ponderaciones de cada divisa tendrían que ajustarse constantemente para reflejar los movimientos de los tipos de cambio mundiales (a menudo, frente al dólar) y evitar las operaciones de arbitraje.
4. ¿Aumentaría el atractivo de una moneda común si se ampliara la lista de las naciones BRICS?
Tratar de establecer una moneda de los BRICS entre los miembros actuales sería una inmensa tarea; la iniciativa reciente de ampliar el grupo —se ha invitado a los Emiratos Árabes Unidos, Irán, Indonesia, Etiopía y Egipto, entre otros— no haría más que aumentar su complejidad y reducir la probabilidad de llegar a un acuerdo sobre una nueva moneda. Si la idea del grupo de los BRICS es ofrecer un contrapeso al marco institucional de Bretton Woods liderado por EE. UU., que llevó a la creación del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, cabe señalar que Etiopía y Egipto dependen actualmente de la financiación del FMI. ¿Ofrecerá el grupo de los BRICS un mecanismo de financiación alternativo más creíble?
5. ¿Sería más viable una moneda vinculada al oro?
Una moneda respaldada por oro podría ser interesante para los grandes productores de oro, como China, Rusia y Sudáfrica. Si una moneda de este tipo sustituyera las monedas nacionales, los países BRICS se encontrarían utilizando una versión del patrón oro. Los regímenes de monedas respaldadas por oro del siglo XX se derrumbaron porque los Gobiernos necesitaban emitir dinero para financiar las guerras (la primera guerra mundial en el caso de los países europeos y la de Vietnam en el de EE. UU.). ¿Entiende Rusia que tal vez tendría que frenar su gasto militar para mantener la paridad fijada?
Además, ¿cómo funcionaría la responsabilidad de mantener la convertibilidad en oro dentro de un grupo heterogéneo de países con unas reservas de oro y un acceso a nueva producción divergentes? Si «respaldada por oro» significara que podría convertirse en oro al precio de mercado vigente, la unidad de moneda cambiaría de valor cada día. Si una de las monedas subyacentes perdiera valor, ¿quién intervendría y la defendería? ¿Se exigiría una aportación de oro al país cuya moneda se depreciara en tiempos de vulnerabilidad? Un sistema así conllevaría unos movimientos especulativos y desestabilizadores de oro entre los países participantes: lo contrario al marco estable y previsible deseado.
6. ¿Por qué no simplemente pagar en las monedas locales respectivas para el comercio entre los países BRICS?
Los pagos en monedas locales están aumentando, aunque parten de unos niveles extremamente bajos. No obstante, su alcance se ve limitado por el hecho de que los países no desean acumular una gran cantidad de las divisas de los demás. Por ejemplo, desde que se impusieron sanciones a Rusia en 2022, las exportaciones de petróleo se han redirigido a la India. No obstante, Rusia no quiere aceptar rupias porque su demanda de exportaciones indias es limitada. El comercio en monedas locales es más fácil entre naciones cuya balanza comercial está equilibrada, algo inusual. Para solucionar el dilema de la rupia, se recurrió a usar el dírham de los EAU, una moneda vinculada al valor del dólar y aceptada internacionalmente en el comercio multilateral.
La moneda de los BRICS cuyo uso ha registrado un mayor crecimiento en las transacciones internacionales es el renminbi chino. Puesto que esta nación es el mayor socio comercial de 120 otros países, su divisa es la mejor posicionada para convertirse en la moneda de facto de los BRICS.
7. ¿Cuál fue la conclusión de la cumbre de Kazán?
El delegado ruso de la cumbre de los BRICS recomendó una plataforma común para pagos transfronterizos utilizando monedas digitales de bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés). Esta alternativa evitaría tener que usar el dólar, el sistema bancario estadounidense y Swift, el servicio de pagos interbancarios. No obstante, el despliegue de las CBDC puede describirse, en el mejor de los casos, como «en construcción».
El Banco de Pagos Internacionales ha ayudado a desarrollar una plataforma, denominada «Project mBridge», con la participación de cinco bancos centrales, entre ellos, el Banco Popular de China1. Es una solución a largo plazo, pero podría finalmente permitir pagos en la moneda propia mediante las CBDC. Si bien no resolvería el problema de desequilibrios comerciales que comportarían acumular reservas en monedas locales no deseadas, podría permitir reducir sustancialmente los costes de las transacciones, lo que podría resultar decisivo para algunos participantes.
8. ¿Por qué el presidente estadounidense Donald Trump se está manifestando en contra de una moneda de los BRICS?
Tal y como están las cosas, Trump está reaccionando ante un problema que no existe y que es improbable que se materialice en los cuatro años de su presidencia. No obstante, el historiador y economista Barry Eichengreen, de la Universidad de California, Berkeley, ha calificado la idea de una moneda de los BRICS de «farsa»2, lo que, sin duda, más que una cesta de monedas, suena como un fracaso asegurado.
Conclusión
Aunque el deseo de alejarse de un dólar convertido en arma de presión es real y creciente3, el cambio será difícil, incluso para los flujos comerciales que se produzcan dentro del grupo de los BRICS. El poder del sistema establecido es muy fuerte.
El renminbi y el oro tendrán un papel marginalmente más importante. No obstante, no es probable que el sector de la gestión de activos necesite ofrecer productos vinculados a una moneda de los BRICS en las próximas décadas. Los productos de renta fija de base tradicionales, como los de deuda agregada mundial, de Gobiernos de mercados desarrollados y de mercados emergentes en monedas fuertes, seguirán siendo la piedra angular de los inversores en renta fija.